El síndrome de Hubris, la enfermedad que padecen los líderes

El síndrome de  Hubris aqueja cada vez más a los políticos. Quienes padecen esta patología creen saberlo todo y se sienten capaces de realizar grandes tareas. Según un estudio realizado en Inglaterra, tanto lo psicológico como lo biológico influye en el comportamiento de los líderes. 

David Owen, médico británico, fue quien identificó el síndrome de Hubris, en el cual las personas que lo padecen, generalmente líderes, se sienten invencibles y consideran que los demás están equivocados. Owen especificó  en su libro En la enfermedad y en el poder, que el tener tanta autoridad termina afectando el juicio de los dirigentes.

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Realizado por María Victoria Balbín.

En una conferencia organizada por  Daedalus Trust y por  la British Psychological Society  especialistas en medicina y psiquiatría analizaron estudios realizados por ellos mismos y llegaron a la conclusión que es fundamental que un líder tenga carisma, confianza en sí mismo y capacidad de inspirar. Sin embargo, estas características en exceso lo llevarían a un liderazgo desastroso.

En el artículo publicado por la revista Progress in Neurology and Psychiatry afirman que lo psicológico y lo biológico influye en los comportamientos de los personajes poderosos. Los líderes tienden a un aumento de la testosterona justamente por el poder que tienen, y eso aumenta la motivación. Pero cuando el incremento es prolongado, su forma de actuar se ve modificada por la falta de empatía y el egocentrismo. Es decir, lo biológico afecta su relación con los demás.

Nelsón Castro, médico y periodista argentino, considera que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner padece el síndrome Hubrís. “Piensa que los otros no saben nada, y como tal los desprecia”, afirmó Castro en su programa televisivo Juego Limpio. Además, el médico aseguró que la sociedad se ve perjudicada por el síndrome que sufre Cristina.

En contraposición a lo que dice Castro, Harry Campos Cervera, médico psiquiatra y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, aseguró que el síndrome no se detecta a través de un diagnóstico médico sino más bien sociológico. Lo que se analiza es la conducta social del líder. En particular, respecto de la presidenta argentina afirmó que cuenta con  ciertas características del síndrome de Hubris. A su vez, tiene rasgos que no coinciden con el diagnóstico, por ejemplo su intención de “no perpetuarse en el poder”.

El síndrome de Hubris no se padece durante toda la vida sino que es transitorio. David Owen y  Campos Cervera coinciden en que los líderes se curan del síndrome  una vez que pierden el poder. El psiquiatra agrega que cuando no tienen más autoridad caen en estados depresivos. Además, esta patología no es patrimonio exclusivo de los políticos sino que también la padecen líderes de empresas y directores de comunicación.

Jon Snow, periodista británico,  incluye en el artículo publicado por Progress in Neurology and Psychiatry que los medios tienen  una relación corrosiva con los líderes. Además, asegura que el trabajo de los medios es aplacar la arrogancia que tienen los políticos.

Sin embargo, Laura Echezarreta, jefa de prensa de Margarita Stolbizer, no opina lo mismo que Snow. “Los medios no deben hacer docencia, sino que están para cuestionar, para ser críticos del poder y no para aplacar la arrogancia de los políticos”, aseveró Echezarreta.

Además, la jefa de prensa de Stolbizer aseguró que si los medios de comunicación  toman una postura política e informan desde “su” mirada, lo único que logran es el aumento del síndrome de Hubris.  Si no son objetivos ayudan a que el político siga creyendo cosas que no son.

En la Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner padece ciertas características del síndrome de Hubris. La jefa de estado cree que los que no piensan como ella son enemigos, que la realidad es la que ella cree que es y no la que es. Además,  algunos medios ayudan a la arrogancia de los líderes argentinos porque son partidarios y muestran solo una versión de los hechos.